sábado, 12 de enero de 2013

Descripción de los trastornos del lenguaje y la comunicación


Descripción de los trastornos del lenguaje y la comunicación
 Clasificación:
TRASTORNOS DEL HABLA Y LA ARTICULACIÓN
 
DISLALIAS.- Son alteraciones en la articulación de los fonemas, de tipo funcional, por inadecuado funcionamiento de los órganos articulatorios.
Según Perelló y equipo (1970), se tiene:
Según Gallardo Ruiz y Gallegos Ortega (1995), si tiene:
Gallardo y Gallego (1995), explican que los niños con dislalia no usan adecuadamente los órganos articulatorios a la hora de articular un fonema, postulan algunos factores etiológicos:
  • Falta de control en la psicomotricidad fina: La articulación exige una gran habilidad motora.
  • Déficit en la discriminación auditiva: El niño que no logra decodificar correctamente los elementos fonéticos de su idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo sonoro.
  • Estimulación lingüística deficitaria: Es en el caso de las dislalias en ambientes socioculturales deprivados.
  • De tipo psicológico: Sobreprotección, Traumas, etc.
  • Deficiencia intelectual: Son manifestaciones de los problemas de lenguaje del niño deficiente.
Las dislalias, según Gallardo y Gallego, admiten diferentes modalidades ya que suelen producirse por:
Dislalias Particulares.- Se la identifica según el o los fonemas afectados y se tiene:

Dislalias de las vocales: Diferentes defectos en la articulación de los fonemas /a/, /e/, /i/, /o/, /u/.

Dislalias de los fonemas consonánticos: Que derivan sus nombres de letras del alfabeto griego.

La evaluación de las dislalias puede ser orientado por una tabla que según Gallardo Ruiz y Gallego Ortega es:
Una vez identificadas las dislalias, se estudia la discriminación auditiva, claramente relacionada con las bases funcionales de la articulación, Los autores sugieren utilizar con este propósito las listas fonéticas de Quilis.
 DISGLOSIAS.- Conocida también como dislalia orgánica, es un trastorno en la articulación de fonemas por alteración o daño de los órganos periféricos del habla provocado por lesiones o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos y no de origen neurológico central.
Perelló describe los siguientes tipos:

Trastorno Fonológico.-
Se caracteriza por la dificultad que presentan los niños con la estructura fonológica de las palabras, de modo que las simplifican sonando como niños de menor edad.
Según la teoría se distingue tres tipos:
TRASTORNO DE LA ARTICULACIÓN Y EXPRESIÓN DEL HABLA
DISARTRIA.- Crystal explica que se da debido a una serie de trastornos motores del habla, que surge como resultado de un daño en el sistema nervioso, y que se manifiestan por dificultades musculares.


Es toda alteración de la articulación y expresión del habla que obedece a trastornos de tono y movimiento de los músculos fonatorios, secundarios a lesiones del sistema nervioso central o a enfermedades de los nervios o músculos de la lengua, faringe, laringe, responsables del habla.

La disartria o las disartrias se suelen clasificar según la localización de las lesiones en un sistema nervioso. Gallardo y Gallego describen varios tipos:
Gallardo y Gallego explican que las lesiones en el sistema extrapiramidal pueden ocasionar dos tipos de disartrias:

Hipocinéticas: Muy típica en la enfermedad de Parkinson.

Hipercinéticas: Caracterizadas por la presencia de movimientos involuntarios y excesivos, que entorpecen los movimientos normales voluntarios.

En relación con el tema de las disartrias y las afasias, los autores tocan el de la dispraxia verbal, dispraxia del habla o dispraxia articulatoria. Consiste según Crystal, en la disrupción de la capacidad para controlar la posición de los músculos para hablar, y en la secuencia en que debe hacerse.

Apraxia.- Dice Cairo Valcárcel que la apraxia se caracteriza por:
  • La pérdida de la capacidad adquirida para la realización de acciones motoras intencionadas.
  • Signos evidentes que muestren la presencia de una paresia central o trastornos de la coordinación de movimientos (trastornos paralíticos, atáxicos, etc.).
  • En una persona que posee pleno conocimiento de la acción que ha de llevar a cabo.
 El mismo autor describe varios tipos de apraxia. Entre ellas:
 
Dispraxia.- Gallardo y Gallego se refieren a la dispraxia articulatoria del desarrollo, como una forma especial de disartria. 

Para Crystal, la distinción teórica entre dispraxia y afasia expresiva en que la fonología ha resultado afectada, es que en esta ultima el sistema fonológico esta perturbado al mismo. En aquella, el sistema fonológico está intacto, pero el paciente es incapaz de controlar su empleo.

Así mismo Crystal compara dispraxia con disartria. Entre otras cuestiones afirma:

La diferencia más obvia es que (en la disartria) los músculos del tracto vocal están totalmente deteriorados en sus movimientos (cosa que no sucede en la dispraxia): un paciente disártrico tendrá considerables dificultades para mover la lengua alrededor de la boca, mientras que la lengua del dispráxico es bastante móvil (aunque no necesariamente bajo su control).

TRASTORNO DE LA VOZ Y RESONANCIA
La voz de cada persona tiene un sello tan particular, que permite que se la identifique fácilmente a través de ella.

La voz se produce en la laringe, proporción modificada de la tráquea, al vibrar dos bandas elásticas, las cuerdas vocales, que entran en acción por la corriente espiratoria de aire de los pulmones: dicho proceso se la conoce como fonación.

La alteración de la voz pueden ocurrir en cualquiera de sus características: intensidad, tono y timbre.

La intensidad permite distinguir entre sonidos fuertes y débiles: es al mayor o menor fuerza espiratoria con que se emiten.

El tono se relaciona con la altura musical del sonido y está determinado por la frecuencia de las vibraciones por unidad de tiempo, resulta más agudo.

El timbre corresponde a los matices individuales y peculiares de la voz y depende de las características del resonante.

Se distingue entre los trastornos de la fonación y de la resonancia. Este criterio se traslapa, por cierto, con el anterior.
  • Los trastornos de la fonación ocurre cuando algo infiere en el funcionamiento normal de la laringe.
  • Los de la resonancia se dan cuando hay interferencias en el funcionamiento de las cavidades adyacentes, tanto antes como después de la glotis, produciéndose timbres anormales. 

Gallardo y Gallego (1995) enumeran varios factores que pueden estar a la base de las alteraciones, clasificándolos en anatómicos, fisiológicos, psicológicos y ambientales.

Se consideran tres tipos de aspectos:
Cuantitativo:
Afonía.- Pérdida total de la voz a causa de un estado inflamatorio agudo, un traumatismo, parálisis laríngeas, cuadro psíquico histérico, etc. Es poco frecuente en la edad escolar.

Disfonía.- Pérdida parcial de la fonación o alteración de la voz en cualquiera de sus cualidades, a causa de de un trastorno orgánico o por su inadecuada utilización. 

Localización:
Laringofonías.- Son disfonías localizadas en la laringe. Las más frecuentes en los niños son una mala impostación; ronquedad vocal, laringitis funcional y fonastenia.

Rinofonías.- Alteración de la resonancia que consisten en la nasalización de la fonación.

Etiológico:
Disfonías orgánicas.- Causadas por lesiones en los órganos de la fonación. Las hay congénitas, inflamatorias y traumáticas.

Disfonías funcionales.-  Hipertónicas: excesiva tensión de las cuerdas vocales durante la fonación. Hipertónicas: las cuerdas no cierran la glotis por falta de tensión muscular: en las personas apocadas o tímidas, con voz velada, poco intensa.

Crystal por su parte examina los siguientes trastornos:
Evolutivos.- Se da en los cambios de la voz en la pubertad.
Orgánicos.- Se tiene en diferentes anomalías, nódulos vocales, papilomas, etc.
Psicológicos.- Puede darse por el abuso vocal, como en el caso de las personalidades inmaduras.

Los autores describen algunas técnicas de relajación más efectivas y la correlación de las alteraciones. Entre las recomendaciones para la escuela y hogar destacamos:
- Conseguir un ambiente relajado en la casa.
- Evitar situaciones de ruidos y gritos.
- Bajar el volumen de la tele, radio, etc., para posibilitar una conversación relajada y sin esfuerzos.
- Hablar siempre al niño pausadamente, con claridad e intensidad normal.
- No hablarle desde lejos, no llamarle desde otra habitación.
- Conseguir que el niño no grite: si lo hace, indicarle que se calle y vuelva a hablar en voz normal.
- Ayudarle a relajarse cuando esté forzando la voz.
- En los casos de voz débil, obligarle a que hable con más potencia.
- Cuidar los excesos vocales durante las enfermedades que afectan la voz (laringitis, resfriados, etc.).

TRASTORNO DEL RITMO Y LA FLUIDEZ
 
Son aquellos trastornos que afectan al flujo, tasa y/o ritmo del habla.
El concepto de fluidez es problemático, ya que aunque la tasa y el ritmo se corresponden con parámetros objetivos, la determinación de si un lenguaje es o no fluido es subjetiva y depende del juicio del oyente.
El farfulleo.- Se define bastante confusamente como una combinación de problemas de organización del lenguaje, dificultades de articulación y faltas de fluidez. La característica definitoria principal es la velocidad excesiva de producción, que suele realizarse a sacudidas y desigualmente, dificultando la inteligibilidad.
Frecuentemente, los sujetos son ajenos al trastorno que padecen y muy habitualmente se confunde con la tartamudez.
La tartamudez.-Se puede definir genéricamente como un trastorno funcional del habla relacionado con la situación comunicativa, y caracterizado, esencialmente, por bloqueos y repeticiones de sonidos y sílabas.
 Jzmgby

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